El sistema de control de la velocidad por tramos se extenderá en Cataluña
reemplazando progresivamente los radares fijos ante el potencial riesgo
que éstos suponen debido a los frenazos que dan algunos conductores.
(...) los cerca de 220 radares fijos que están instalados en las carreteras catalanas tienen como prioridad “disuadir” el exceso de velocidad pero sin una finalidad “persecutoria”
hacia el conductor. No obstante, el director apuntó que hay algunos
radares que generan situaciones peligrosas porque al ser detectados
llevan a muchos conductores a dar un “frenazo”, con el riesgo de que lo embista el vehículo que circula detrás.
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