Empiezo un ciclo de Cine de Montaña, que tenía ganas de hacer desde el año 2012. Para empezar vamos a quitarnos de enmedio lo menos "montaña" y empezamos con lo más cine. Es imposible hacer una crítica más acertada que la que publicó José Luis Mendieta para Desnivel.com
Vertical y sin límites
Probablemente los espectadores de Límite vertical van a necesitar más oxígeno que un alpinista por encima de ocho mil metros. Caídas en roca y en grietas, resbalones de un centenar de metros durante interminables segundos que les llevan al abismo, avalanchas...
No falta mucho para entrar en un estado de hipoxia de tanto
contener la respiración, alarmados por la suerte que les tocaba correr a
unos himalayistas en las manos de un guionista cruel.
El comienzo de la historia es más que verosímil. Podría estar sacado de uno de los brutales accidentes que cuenta Pitt Schubert en su libro Seguridad y riesgo. Una cordada cae encima de otra y la arrastra. En esta ocasión, los protagonistas se salvan porque se quedan colgando de un friend y porque cortan la cuerda. ¿Os acordáis de Tocando el vacío? Es la historia real en la que Simon Yates corta la cuerda a Joe Simpson en el Siula Grande.
Posteriormente, tres alpinistas caen en una grieta en el K2, como más o menos pudieron caer Lachenal, Terray, Herzog y Rébuffat cuando descendían del Annapurna en 1950. Eso, además, les salva de verse arrastrados por una avalancha, lo que también les pasó a los franceses. Con todo lo que ocurre, sucesos perfectamente reales podrían parecer totalmente inverosímiles. Y no es para tanto. Siempre y cuando no queramos creer que una película de acción con trasfondo en las montañas representa al alpinismo, igual que las de James Bond no tienen que ver con el trabajo del MI7, los espías británicos. ¿O sí?
El comienzo de la historia es más que verosímil. Podría estar sacado de uno de los brutales accidentes que cuenta Pitt Schubert en su libro Seguridad y riesgo. Una cordada cae encima de otra y la arrastra. En esta ocasión, los protagonistas se salvan porque se quedan colgando de un friend y porque cortan la cuerda. ¿Os acordáis de Tocando el vacío? Es la historia real en la que Simon Yates corta la cuerda a Joe Simpson en el Siula Grande.
Posteriormente, tres alpinistas caen en una grieta en el K2, como más o menos pudieron caer Lachenal, Terray, Herzog y Rébuffat cuando descendían del Annapurna en 1950. Eso, además, les salva de verse arrastrados por una avalancha, lo que también les pasó a los franceses. Con todo lo que ocurre, sucesos perfectamente reales podrían parecer totalmente inverosímiles. Y no es para tanto. Siempre y cuando no queramos creer que una película de acción con trasfondo en las montañas representa al alpinismo, igual que las de James Bond no tienen que ver con el trabajo del MI7, los espías británicos. ¿O sí?
Alpinismo ficción
Si creías que eras un tío fuerte
porque ya hacías cinco (o cien) dominadas de un brazo o porque habías
conseguido escalar un grado 7 en hielo sin reposar en los cordinos no
sabes lo equivocado que estabas. Estar fuerte significa, por lo menos,
aguantar al colega con un brazo mientras con el otro estás colgando del
piolet (con dragonera también vale) sobre un glaciar colgante; después,
le penduleas y le arrojas hacia una repisa salvadora. Con un par... No
debería sorprendernos, ya tendríamos que haber reconocido todos que hay
chicas mucho más fuertes que nosotros.
¿Viste Goldeneye? Es del mismo director, Martin Campbell. ¿Te gustó? En
esta película es donde, por ejemplo, Pierce James Bond Brossman adelanta
en caída libre a un avión que cae en picado, abre la portezuela, se
mete dentro y recupera el control del aparato. ¿O dónde hace un goming
en un edificio de Bilbao con un cacho de cortina y se queda, como
Anacleto, a un metro del suelo? ¿O dónde hay cien tíos disparándole con
automáticas y ninguno le acierta? Si Bond, James Bond, sobrevivió ¿por
qué no iba a poder hacerlo el protagonista de esta película en un salto
de una roca a otra que está a tomar por donde amargan los pepinos. (Kurt Albert
lo probó en las famosas piedras de Checoslovaquia un par de veces y
sólo se rompió la pierna). Que ahora sea en el K2 (1), entre 6.000 y 7.000
metros tampoco cambia tanto, ¿no? Al fin y al cabo, ocurre como en las
películas del género: los buenos que mueren son los secundarios.
Por compararla con una película relativamente reciente del mismo género, Máximo riesgo, ésta sería realista. Güllich suplantaba a Stallone haciendo un solo en Dolomitas (Güllich podía hacer eso y más), Kauk repetía el lance a dos manos del Masters of stone (aunque ahora sobre nieve) y Silvester, aparte de disponer de una pistola de espits con la que además de poner chapas liquida a un tío, lo más fantástico que hace es ponerse una camiseta seca sin quitarse la mojada (bueno, también derriba un helicóptero el solito). En Límite vertical los efectos especiales, mezclando la filmación en estudio y en exteriores, superan a lo visto hasta ahora.
Por compararla con una película relativamente reciente del mismo género, Máximo riesgo, ésta sería realista. Güllich suplantaba a Stallone haciendo un solo en Dolomitas (Güllich podía hacer eso y más), Kauk repetía el lance a dos manos del Masters of stone (aunque ahora sobre nieve) y Silvester, aparte de disponer de una pistola de espits con la que además de poner chapas liquida a un tío, lo más fantástico que hace es ponerse una camiseta seca sin quitarse la mojada (bueno, también derriba un helicóptero el solito). En Límite vertical los efectos especiales, mezclando la filmación en estudio y en exteriores, superan a lo visto hasta ahora.
El tirón de Ed Viesturs
Ed Viesturs es un conocido y
fortísimo himalayista americano, que ha colaborado asesorando y que
dispone de unos segundos interpretándose a sí mismo. Ha subido el Everest
en cinco ocasiones, sin oxígeno. Ascendió el K2 y colaboró con Scott
Fischer (1955-1996) (2) en el rescate de un alpinista herido, por lo cual el American
Alpine Club le concedió un merecido premio. Es uno de los himalayistas
más fuertes y respetados. Sin embargo, no ha ascendido doce de los
catorce ochomiles, como afirma y se dice en la película, sino diez. (3) En
el Broad Peak se quedó en la antecumbre, como documentamos detalladamente en la Info del número 163 , y en el Shisha Pangma no ascendió a la cima principal sino a la central.
El resto de los personajes corresponden a un estereotipo acelerado de alpinista. El rico millonario que quiere subir a toda costa, y el guía que se supone tiene el mando en la montaña pero no puede hacer lo que quiere por la presión del cliente (¿sucedió algo así en el Everest en la tragedia de 1996?) sobresalen sobre el papel de la bella enfermera, capaz de hacer un lanzamiento, encajar un friend en una minúscula grieta y rebotar a una cuerda fija (como hacer 8b) con el único resultado de una luxación de la primera falange de un dedo (¿veis lo que pasa por agarrarse a los friends?).
Chris O'Donnell, en el papel principal, encarna a un escalador retirado desde que tuvo que cortar la cuerda que le unía a su padre para salvar a su hermana. Y su hermana es una alpinista que quiere escalar el K2 para honrar la memoria de su padre.
El guía, el rico y la hermana se ven atrapados en una tormenta, dentro de una grieta, heridos, con principio de edema pulmonar. Por avatares del destino, el hermano se encuentra en el CB del K2 y organiza un grupo de voluntarios que sale al rescate. Salen de una magnífica tienda del CB (si existiera esa tienda en realidad, nadie se movería de allí para escalar el K2, coincidían el americano Viesturs, el canadiense Barry Blanchard, el australiano Athol Whimp, el neozelandés Mark Wethu y otros alpinistas que participaron en la película). Vuelan en helicóptero hasta el campamento 1, sin aclimatar (a esto también estamos acostumbrados aunque en montañas más bajas de Nepal), se dirigen al "Coronel" Negrotto (pensad que en americano Col. es abreviatura de Colonel, equivalente al coronel del ejército español, pero también a la palabra collado). En fin, la película la resume una frase de la hermana, cuando los protagonistas ya se han salvado, a su hermano, a quien por fin ha perdonado que cortara la cuerda en Monument Valley, años antes. "Lo que has hecho es increíble". Como dijo Fernando, el dependiente alto, delgado y con barbas de la Librería Desnivel con quien tuve el placer de verla el día de la première (nos dejaron aparcar en el lugar de donde siempre nos han echado, el lugar reservado a los VIP): "No sabes cuánta razón tienes".
El resto de los personajes corresponden a un estereotipo acelerado de alpinista. El rico millonario que quiere subir a toda costa, y el guía que se supone tiene el mando en la montaña pero no puede hacer lo que quiere por la presión del cliente (¿sucedió algo así en el Everest en la tragedia de 1996?) sobresalen sobre el papel de la bella enfermera, capaz de hacer un lanzamiento, encajar un friend en una minúscula grieta y rebotar a una cuerda fija (como hacer 8b) con el único resultado de una luxación de la primera falange de un dedo (¿veis lo que pasa por agarrarse a los friends?).
La trama
Chris O'Donnell, en el papel principal, encarna a un escalador retirado desde que tuvo que cortar la cuerda que le unía a su padre para salvar a su hermana. Y su hermana es una alpinista que quiere escalar el K2 para honrar la memoria de su padre.
El guía, el rico y la hermana se ven atrapados en una tormenta, dentro de una grieta, heridos, con principio de edema pulmonar. Por avatares del destino, el hermano se encuentra en el CB del K2 y organiza un grupo de voluntarios que sale al rescate. Salen de una magnífica tienda del CB (si existiera esa tienda en realidad, nadie se movería de allí para escalar el K2, coincidían el americano Viesturs, el canadiense Barry Blanchard, el australiano Athol Whimp, el neozelandés Mark Wethu y otros alpinistas que participaron en la película). Vuelan en helicóptero hasta el campamento 1, sin aclimatar (a esto también estamos acostumbrados aunque en montañas más bajas de Nepal), se dirigen al "Coronel" Negrotto (pensad que en americano Col. es abreviatura de Colonel, equivalente al coronel del ejército español, pero también a la palabra collado). En fin, la película la resume una frase de la hermana, cuando los protagonistas ya se han salvado, a su hermano, a quien por fin ha perdonado que cortara la cuerda en Monument Valley, años antes. "Lo que has hecho es increíble". Como dijo Fernando, el dependiente alto, delgado y con barbas de la Librería Desnivel con quien tuve el placer de verla el día de la première (nos dejaron aparcar en el lugar de donde siempre nos han echado, el lugar reservado a los VIP): "No sabes cuánta razón tienes".
José Luis Mendieta
'Nunca he visto tantos friends en una expedición al Karakorum'. Quizá, la frase de Carlos Soria
describe perfectamente la increíble historia, en su sentido más
literal, que narra 'Límite Vertical', la última producción holywoodiense
que ha elegido como escenario el mundo del alpinismo y que fue
presentada ayer en Madrid.
Para Carlos Soria, alpinista que acumula un buen número de expediciones al Himalaya, 'la película no tiene nada que ver con la realidad. Además, me ha parecido horrorosa la imagen que se da de los alpinistas, como gente completamente loca que va a la montaña en busca de sufrimiento e incluso de la muerte.'
El alpinista abulense también nos comentó su rechazo de esa imagen de tragedia y heroicidades que transmite la película, algo de lo que él siempre ha huido en este tipo de expediciones. No obstante, 'las escenas iniciales en las que aparecen escalando en las impresionantes agujas areniscas de Utah y la filmación de las avalanchas sí me han gustado, están bien hechas. Pero por lo demás, la película es horrible'.
Para Carlos Soria, alpinista que acumula un buen número de expediciones al Himalaya, 'la película no tiene nada que ver con la realidad. Además, me ha parecido horrorosa la imagen que se da de los alpinistas, como gente completamente loca que va a la montaña en busca de sufrimiento e incluso de la muerte.'
El alpinista abulense también nos comentó su rechazo de esa imagen de tragedia y heroicidades que transmite la película, algo de lo que él siempre ha huido en este tipo de expediciones. No obstante, 'las escenas iniciales en las que aparecen escalando en las impresionantes agujas areniscas de Utah y la filmación de las avalanchas sí me han gustado, están bien hechas. Pero por lo demás, la película es horrible'.
'No es el mejor medio para promocionar la montaña'
Para Juanito Oiarzabal,
uno de los himalayistas nacionales con más experiencia, 'se trata de
una película bien hecha, pero que es completamente irreal y exagerada,
muy americana. Es muy exagerada y espectacular, algo típico de este tipo
de producciones.
No obstante, para Juanito tiene un aspecto positivo, la promoción que se hace del alpinismo. 'Es una película que crea afición, que da a conocer la montaña, aunque, evidentemente, no sea el mejor medio para ello, ya que se escapa completamente de lo que es realmente una expedición al Himalaya'.
No obstante, para Juanito tiene un aspecto positivo, la promoción que se hace del alpinismo. 'Es una película que crea afición, que da a conocer la montaña, aunque, evidentemente, no sea el mejor medio para ello, ya que se escapa completamente de lo que es realmente una expedición al Himalaya'.
Explosiones a 8.000 metros
Quizás, ese es precisamente
el objetivo de la película. Se trata de una típica película de acción,
en la que duros policías de Nueva York, son sustituidos por alpinistas
que arriesgan su vida en un rescate casi 'suicida'. Y como integrante de
este adrenalítico género cinematográfico, la cinta cuenta con un goteo
incesante de situaciones imposibles acompañadas de efectivos efectos
especiales.
Posiblemente el problema resida precisamente en lo poco habituada que está la comunidad alpinística a este tipo de producciones que eligen la montaña como telón de fondo. Si se considera de ciencia-ficción provocar explosiones a más de 8.000 metros (donde la proporción de oxígeno es algo más que escasa), igual de irreal es que un solo hombre sea capaz de tumbar a un aguerrido grupo de terroristas centroeuropeos. Quien sabe, quizá la próxima entrega de la 'Jungla de Cristal' nos traslade al hasta ahora conocido como 'Valle del Silencio'...
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Pues esta ha sido la presentación de Límite Vertical. ¿Que tiene de Bueno la película? La fotografía, los paisajes de Nueva Zelanda, la música, la acción... poco más. ¿Que tiene de malo? Como decía Oiarzábal, más arriba, ni de lejos es el mejor ejemplo de un film de montaña o montañismo, pero es lo que hay. Yo no entiendo mucho, pero...¿Asegurar al segundo de cordada con un gri-gri o anudarese la cuerda al arnés con un mosqueton en vez de al anillo de trabajo, en escalada clásica? Y poco más que añadir a lo ya comentado: los saltos y la agilidad a esa altura, los explosivos, etc, etc. Para uno que entienda de montañismo es como ver una de James Bond.¿Cómo verla el que quiera?Posiblemente el problema resida precisamente en lo poco habituada que está la comunidad alpinística a este tipo de producciones que eligen la montaña como telón de fondo. Si se considera de ciencia-ficción provocar explosiones a más de 8.000 metros (donde la proporción de oxígeno es algo más que escasa), igual de irreal es que un solo hombre sea capaz de tumbar a un aguerrido grupo de terroristas centroeuropeos. Quien sabe, quizá la próxima entrega de la 'Jungla de Cristal' nos traslade al hasta ahora conocido como 'Valle del Silencio'...
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(1) Si bien la historia transcurre en el "K2" que está en la cordillera del Karakorum en Pakistán, el monte Cook o Aoraki (3.754 ms) en Nueva Zelanda sirvió de telón de fondo para todas las escenas en el célebre pico.
Monte Cook o Aoraki.
(2) En 1992, mientras ascendía el K2 (escalada que completó con éxito), Scott
Fischer se vio involucrado en el rescate de Chantal Mauduit, alpinista francesa que tenía ceguera de la montaña. Chantal ascendió cinco ochomiles más, pero murió en una avalancha en el Dhaulagiri en 1998.
Scott murió el 11 de mayo de 1996, en la peor tragedia en la historia de montañismo ocurrida en el Monte Everest
K-2
(3) 2000 - Shishapangma
2003 - Nanga Parbat, Broad Peak
2005 - Annapurna
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